“La fantasía sobrenatural y el
cuento folklórico también provocan extrañamiento, pero con la condición de
arrancarnos del mundo en el que vivimos y proyectarnos en otros donde sus leyes
están suspendidas. La ciencia ficción apuntaría en cambio a una cognición, un
conocimiento reflejo, una parábola sobre nuestro propio mundo, observado desde
una perspectiva distanciada”. Pag. 50
Me encontré con este compilado de
ensayos en La Feria del Libro de Córdoba, Argentina, atraída por el letrero
grande que decía “50 PESOS”. Habían unos diez ejemplares del libro. Jamás había
escuchado hablar sobre el filósofo Pablo Capanna y tampoco de su libro ‘Ciencia ficción’
(editorial Cantaro ensayos). Lo compré no estando muy satisfecha de la portada;
una imagen de la película Metrópolis.
Ciencia ficción es una inmersión en todo el contexto del cual surgió el género. Ubica al
lector, tomando como referencia al filósofo francés Tocqueville, en la Modernidad, en el momento en que la sociedad empezaba a ser tecnócrata.
Capanna nos explica la relación
entre la política, el mercado, y la literatura como gestores de la ciencia
ficción. Así mismo dedica también sus ensayos a enfatizar la noción de
‘percusor’, con respecto a la problemática histórica, la peleada
paternidad de su nacimiento y la identidad difusa de este género. Autores como H.G. Wells,
John Campbell y su relación con la carrera espacial, William Willson que empezó
a exportar editorialmente el término, Hugo Gernsback y su revista Amazing
Stories y Sprage de Camp que fue interrogado por agentes de
inteligencia, son algunos de lo autores que refiere en esta reunión de ensayos.
El libro es una guia obligada para contextualizarnos. Es quizá una antesala para sumergirse en los relatos oníricos y de fantasía de Borges.
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